Desde el restaurante El Ermitaño se pusieron en contacto con nosotras porque querían unas cajas para entregar a sus clientes la factura, que fueran únicas. Los colores, los suyos corporativos, debía llevar madera, y su interior tenía que contener una tarjeta de visita, un bolígrafo y un papel para sugerencias.
Se trabajaron varias ideas, se las presentamos y finalmente, de todas ellas, la elegida fue la que se puede ver en la imagen.
Y así lucen en su mesa.